Resulta que en durante la redacción -y estando esta avanzada- sin querer le di a la X y se cerró inmisericordemente, perdiendo así todo el proceso expresivo, que, por lo menos a mí, me cuesta horriblemente hilar, y soy incapaz de reescribirlo igual.
Este es el primer intento de desperezarme en el blog. Con las tecnologías tengo una cierta pereza. Tantas horas delante del ordenador me han causado un leve rechazo a estar permanentemente al día.
Pienso en esas veces que suena el despertador durante media hora u hora y media, y no consigo levantarme, abandonado al placer que envuelven las sábanas.
Este blog nace bajo el signo del fin de semana, inducido por ese despertador irreverente, que lleva dos semanas sonando. Al final me levanto: ¡Buenos días!
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