Opera prima

Opera prima
septiembre 2011

martes, 20 de marzo de 2012

C(H)OEURS

C(H)OEURS es el último montaje del Teatro Real y estará hasta el día 26 de Marzo. Consiste en un discurso crítico con los desequilibrios humanos, y con las dinámicas contemporáneas de las que no acabamos de salir, donde perdemos sensibilidad, montado con coreografías y música de Verdi y Wagner.

Empieza la función con el coro en la sombra cantando el Dies irae del Réquiem de Verdi -se te ponen los pelos de punta.

Con un coro muy ligado a la propia coreografía y una "voz en off" que cuestiona quiénes somos y nos habla de un mundo que se va perdiendo, entre Lohengrin, Tannhäuser, Nabucco, van invitando a reflexionar sobre nuestras conductas rutinarias, ajenas al dolor, ajenas a la belleza.

Es un formato poco convencional que a nadie ha dejado indiferente al finalizar la función,  se oían aplausos, abucheos, bravos y fueras, y algunos se levantaban despotricando cuando no se habían ido a mitad de función, mientras que otros aplaudían con furor y verdadera pasión, incluso compitiendo con los abucheos.

Y es que no es una ópera, y hay mucha gente mal acostumbrada al gusto comodón de la ópera, que ya se conoce de antemano y que sólo vas a degustar. No. Esta ocasión el teatro cobraba su esencia de actualidad, de acto, en el que se ha podido oír música antigua no como parte de un marco propio en el que olvidamos prestarle atención, sino aisladamente cada pieza, en contexto con lo que estaba sucediendo. Si la gente lo viese en el cine no se extrañaría, pero es que en el Teatro Real parece que no puedes hacer algo que se salga de un cuadro característico de función.

En la España actual, en un foro donde acuden personas de cierta posición social y económica -porque no olvidemos el carácter clasista que gustan algunos de que goce la ópera- una función de tales características iba a generar necesariamente tensiones en el público. 

La ópera no es más que el tratamiento musicalizado de un texto teatral, y por tanto y gracias a la virtud de la abstracción que posee la música, se potencian los sentimientos y a menudo se pueden percibir incluso sin entender lo que dice el texto. Es bestial, y hay pasajes bellísimos. Sin embargo la ópera no es clasista per sé, ya se preocuparon de quitarle ese estigma compositores como Mozart o Rossini, el primero escribiendo en su propio idioma, y el segundo con cantidad de óperas populares de carácter cómico.



Creo que lo hermoso de esta función es la fuerza que han cobrado las piezas, así como las partes más críticas como la de todo el coro corriendo por el escenario como si hubieran enloquecido, o cuando todos se quitan un zapato y lo lanzan al fondo, o los focos iluminando el teatro, que de repente se ha convertido en el objeto de contemplación -el público a sí mismo- o las irreverentes parodias de una bailarina respondiendo con su voz desentonada a la orquesta, o las manos rojas de todos, mezcla entre sangre y representación de un corazón latiendo.




Es una obra que vale la pena ver, y ver la cara que se le queda a la gente, y darse cuenta ¡de que la función acaba con una obertura!  ...(la de la Traviata).





jueves, 15 de marzo de 2012

Un recuerdo de 2008


En Noviembre de 2008 el grupo de proyectos de Sanz hizo un viaje de estudios a Viena, donde yo estaba de erasmus. Quiero recuperar estas imágenes dentro del patio de operaciones de la Postsparkasse de Otto Wagner. El edificio se construyó en 1904, y fue recibido con poco entusiasmo por las autoridades, por su lenguaje poco ortodoxo. Hay que  asumir la época para entenderlo, estamos en pleno reinado del emperador Franz Joseph I, y aún se están realizando las obras de la Ringstrasse, llena de edificios oficiales (Parlamento, Universidad, Ayuntamiento, la Ópera, la iglesia votiva, los museos de Semper...) con estilos historicistas, en el que la caja postal parecía desmerecerse. 

Su simplicidad radicaba en un uso muy tecnológico de los materiales constructivos, con estructura metálica y placas atornilladas en fachada con unos bulones que exageraban la presencia de los tornillos.


Otto Wagner (1841-1918) fundó el movimiento Sezession junto a Klimt, Hoffmann, Mosser y Olbrich en 1897, dentro del modernismo vienés conocido como Jugendstil (estilo joven) y fue el único de estos artistas que mereció el respeto de Adolf Loos, quien criticaba la arquitectura Sezession y a sus representantes, mencionando al propio Olbrich en su texto de Ornamento y Delito de 1908: ("[...]¿dónde estarán las obras de Olbrich dentro de diez años? El ornamento moderno no tiene padres ni descendientes, no tiene pasado ni futuro. Sólo es saludado con alegria por personas incultas, para quienes la grandeza de nuestra época es un libro con siete sellos, y, al cabo de un tiempo, reniegan de él [...]").



Estación de Kettenbrückengasse, donde están los edificios de Wagner del Linke Wienzeile.
 La estación pertenece a la línea U4 y es obra también de Wagner.

Wagner, con todo, fue un arquitecto muy prolífico en Viena. Tenía mucho interés por el planeamiento urbano y fue autor de un plan de desarrollo urbano de Viena, de la que construyó dos líneas (U4 y U6), y otra de S-Bahn (S-45). También fue profesor en la Akademie der Bildenden Künste, la misma que rechazase por aquella época el ingreso de un alumno venido de Linz (Alta Austria) llamado Adolf Hitler.

Antiguo pabellón de acceso al metro en Karlsplatz.

Aunque Wagner se opuso a los postulados historicistas de la arquitectura, buscó un nuevo lenguaje para su tiempo, que es lo que criticaba Loos del modernismo: el hecho de ser un estilo sin pasado ni futuro, un estilo ajeno a todo, creado forzadamente con el objeto de seguir decorando la arquitectura, que para él había de renegar del ornamento.

Sin embargo tanto Wagner como Loos siguieron incorporando elementos tradicionales de la arquitectura: columnas, entablamentos, podios. Muchas veces he llegado a pensar si no era una contradicción en sus discursos, hasta que me he ido dando cuenta que en realidad no rechazaban los elementos tradicionales en sí, sino una composición clásica con un orden muy canónico, como los edificios de la Ringstrasse. 

Por otro lado que conste que me parece muy interesante también el contexto que configura la Ringstrasse entorno al momento histórico de la Viena de fin de siglo, que es un auténtico caldero de pensamiento y densidad humanística. 

Viena es una ciudad que llevaba acumulando mucha historia y mucho poderío. Fue frontera del imperio romano, fue el límite que encontraron los turcos en sus campañas europeas, fue capital de una dinastía -los Habsburgo- que influyó en toda Europa y en España muy especialmente. Además es la ciudad de la música indiscutiblemente. En ella vivieron grandes compositores de varias épocas (Haydn, Mozart, Beethoven, Schubert, Chopin, Schumann, Mahler...). Toda esta idiosincrasia, la fuerte impronta del barroco de Hildebrandt y Fischer von Erlach, el imperio y Franz Joseph I, permiten entender la operación que derriba las murallas renacentistas y explica la voluntad megalómana de representar el poderío de una nación en una circunvalación como el RIng, si bien un poderío que a la vez que alcanzaba su máxima expresión le esperaba el hundimiento y conducía inevitablemente al estallido de la Primera Guerra Mundial. 



miércoles, 14 de marzo de 2012

La catedral de Beauvais. Un ejemplo de osadía

Aprovechando que ha salido el tema en clase sobre catedrales góticas y su sección, me gustaría compartir lo que he conocido de un edificio que retó las leyes de la física: la catedral de Beauvais.




Beauvais, que para muchos de nosotros se vincula a un aeropuerto provinciano donde vuelan aerolíneas baratas, fue uno de los centros de poder de la Edad Media, con la presencia de muchos nobles que quisieron hacer patente su poderío mediante la catedral mayor del mundo y así empezó hacia 1225, con un proyecto que había de superar a la ya comenzada catedral de Amiens, y por supuesto a Nôtre Dame en París.

Este empeño por pugnar con el poder real suponía la construcción de una iglesia con una nave central con 48 m de altura en su clave (el dato es fiable, obtenido con un distanciómetro láser) y una planta prevista de cerca de 180 m de longitud.

La diferencia de escala era notable incluso frente a otros templos góticos, como la de Laon, comenzada tan sólo 70 años antes (Laon tiene 24 m de altura en clave de la nave central).

En una época en la que los medios técnicos eran limitados, este ambicioso proyecto quedó incompleto por su inmensidad y por una osadía aún mayor. Cuando el obispo reunió fondos para continuar la obra, que tenía levantada ya la cabecera y el transepto, se optó no por continuar la nave, sino por levantar algo que aún le diese mayor importancia y dejase claro el poder del círculo bovesino. En concreto, una torre con flecha sobre el crucero que en piedra, madera y plomo se elevó hasta alcanzar los 150 m de altura (como la torre Picasso, pero en gótico y en pleno siglo XIII) convirtiendo este edificio en el mayor levantado por el hombre hasta el momento (la pirámide de Keops tiene como 126 m).




La ausencia de la nave y los cálculos deficientes para una estructura tal no lograron soportar los empujes de la aguja y se desplomó 4 años después de su conclusión. Pero este no sería el único incidente. El desconocimiento que cundía en la época sobre los empujes del viento no pudo prever el accidente que en el siglo XVI ocasionó la vibración de una columnilla del contrafuerte en la cara sur, que reventó, provocando el desplome como un castillo de naipes de toda la fachada sur con arbotantes, contrafuertes, pilares y bóvedas inclusive.

A partir de ahí los esfuerzos se dirigieron en reconstruir lo existente y nunca hubo manera de terminar el edificio. Se rehicieron las bóvedas, donde consta la fecha en que se concluyeron y se hizo un cerramiento provisional de la nave que se convertiría en definitivo.


Como anécdota curiosa, que habla del proceso constructivo, de la sección arquitectónica y de la escala, queda la parte de la vieja catedral carolingia del siglo X que nunca se terminó de derribar al no acabarse la otra obra.


Hoy en día la catedral de Beauvais sigue teniendo problemas estructurales por lo que está siendo sometida a un proceso de estabilización, contando su interior con tirantes.




   (Fotos tomadas en Enero de 2012)